Lucas 10:38-42
En esta ocasión quiero compartir un tema que personalmente me hizo
reflexionar mucho, espero que también en ustedes tenga el mismo efecto, además
de eso, quiero comentarles que este es el tercer tema que tiene relación con el
servicio a nuestro Dios, no hablaremos todo el tiempo sobre eso, pero quise
compartir esta mini serie para que los que somos servidores reflexionemos sobre
nuestra labor en el cuerpo de Cristo, el tema de hoy es sobre el valor de la
acción contra el de la motivación, si te interesa el tema continua leyendo.
Gracias al gran avance tecnológico en las últimas décadas, podemos
videos con excelente calidad y una gran resolución, una de las mejores
experiencias visuales es ver videos en HD (High
Definition o en
español Alta Definición) en disco DVD Blue Ray, pero en nuestro país son
pocas las personas que han experimentado la alta definición del DVD Blue Ray,
esto debido a lo siguiente, para ver el video en alta definición se debe tener:
un televisor de alta definición, un reproductor de DVD Blue Ray y
un disco grabado con ese mismo formato, muchos han comprado discos Blue Ray,
pero no tienen ni el tv y el reproductor adecuado, y otros quizá tengan el tv y
el reproductor Blue Ray pero compran discos pirata grabados en mp4, por
consiguiente no pueden lograr experimentar un video en HD.
Lo mismo sucede en la vida de los servidores, tenemos las capacidades
para servir en los ministerios, tenemos el talento, la actitud y la aptitud,
pero no logramos crear una experiencia en “HD” con nuestro Dios, tenemos todo
lo que necesitamos para servir a Dios pero descuidamos la parte más importante
en el servicio a Dios, la motivación.
En la lectura bíblica vemos una pequeña historia pero con una gran
enseñanza, Jesús se dirigía a Jerusalén, mientras iba de camino se detuvo en
una aldea donde Marta le dio posada, María la hermana de Marta se sentó a los
pies del señor atenta a escucharlo, pero Marta estaba preocupada por los
quehaceres del hogar y le dijo a Jesús que le ordenara a María que le ayudara,
a lo que Jesús le dijo: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas
cosas. Pero solo una es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual
no le será quitada.”
Muchos servidores, en todas las iglesias, cometen el mismo error,
cuando realizamos algo en un ministerio durante mucho tiempo, cometemos el
error de darle más importancia a la acción que a la razón de ser de la acción,
déjame explicártelo mejor a través de un ejemplo que me ocurrió a mí:
Durante muchos años he servido a Dios a través de ministerio de la
música, y ese ha sido mi llamado y desde pequeños siempre fui apasionado de la
música, pero hubo tiempos durante estos últimos años en los cuales se volvió
tan importante tocar y hacerlo bien que en mi vida se perdió el enfoque correcto,
no se trataba de oírme bien, se trataba de que mi corazón al momento de tocar o
cantar estuviera bien delante de Dios, y a través de ello ministrar a la
congregación, pasaba horas enteras ensayando todos los días, pero no dedicaba
ni 5 minutos a la oración y la lectura de la biblia, y así como yo
probablemente haya muchos servidores (y los hay) que invierten tiempo en
preparar meditaciones, en planchar su uniforme, en preparar la comida para los
hermanos, en hacer la limpieza en el templo, que lo hacen porque es su
ministerio pero que han olvidado para quien lo hacen, que han olvidado que la
parte más importante no es el afanarse por servirle al señor como lo hizo
Marta, sino que lo especial y por lo que deberíamos afanarnos es por agradar al
señor y por crecer espiritualmente a través de escucharlo como lo hizo María.
Con esto no quiero decir, dejen de servir y dedíquense a escuchar a
Dios, si esto fuera así, no habrían servidores en las iglesias y estas no
crecerían y avanzarían porque gracias a los servidores las iglesias crecen, la
labor que usted tiene es importante, pero debemos entender y tener siempre
presente que la razón de que nosotros hagamos algo en la iglesia es para servir
a Dios y que no debe ser más importante nuestro ministerio que nuestro alimento
espiritual, porque en realidad Dios quiere ser el número uno para ti, si le das
el segundo lugar porque lo que haces en el ministerio tiene el primero, el
señor te quitará la oportunidad de servir, pues es Dios celoso y él tiene que
ser el primer lugar de tu vida.
Es triste y preocupante a la vez, ver personas en las iglesias que
están más preocupadas por sus ministerios que por el crecimiento espiritual de
los miembros, gente que se preocupa más porque termine el culto para sentarse y
descansar (porque han estado sirviendo de pie durante el culto) que porque Dios
esté ministrando las vidas de quienes no le conocen, gente que protesta cuando
se le pide un favor en las iglesias y lo toman a mal, en lugar de pensar que
hacer ese favor puede alcanzar más personas para el señor, personas que se
molestan si el pastor se pasa 5 minutos de predicación en lugar de orar que en esos
5 minutos más Dios hable al corazón de quienes lo necesitan (y todos los necesitamos).
No es mi objetivo en esta hora señalarte (si has cometido alguno de
estos errores), pues como ya lo dije yo también me equivoqué y Dios me enseñó
esto a través de una dura lección, es mi deseo en esta hora que tú reflexiones
y que Dios te guie por el camino correcto, te dejo unos consejos que espero te
sean útiles en tu diario vivir.
1-
Tu ministerio es importante en la iglesia, pero no debe ser primer
lugar en tu vida, tu ministerio deber ser lo que haces para la persona que es
el primer lugar en tu vida (Dios), no dejes de servir pero ten siempre presente
la razón de porque lo haces.
2-
Prepárate para tu ministerio, ensaya, lee, estudia, plancha tu
uniforme, prepara tu equipo, sea lo que sea que hagas, hazlo, pero no dejes de
lado la preparación espiritual, ora por tu ministerio, lee la palabra de Dios y
pídele que te de dirección y que te ayude a recordar que lo que haces, lo haces
para él y no porque te gusta hacerlo.
3-
Trata de abrir siempre tus ojos espirituales, recuerda que durante el
culto se está desarrollando una guerra espiritual, si lo ves con los ojos
espirituales será más fácil entender tu rol en la iglesia.
4-
Ten siempre presente que TODO lo que hacemos debemos hacerlo de corazón
COMO PARA EL SEÑOR - Colosenses 3:22 (énfasis mío)
“María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”, María
entendió lo que era más importante, espero que tú y yo podamos ser como ella y
escoger la buena parte, la cual estoy seguro que no nos será quitada.
Que Dios Nos Bendiga.
EG.
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