"Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro
se enmendará el corazón." Eclesiastés 7:3
Durante toda nuestra vida nos la pasamos luchando en contra de aquellas
cosas que pueden traer tristeza a nuestro corazón, incluso llegamos a hacer
planes de contingencia para evitar situaciones dolorosas, y eso no está mal, al
contrario, que bueno fuera que nadie tuviera que pasar por momentos tristes,
pero por más que lo intentemos no pasar por ese camino, debemos hacerlo, en algún
momento de nuestra vida tendremos que pasar por allí, hoy quiero que meditemos
sobre esto que todos hemos pasado o pasaremos algún día, por favor continua
leyendo.
Como ya lo he dicho creo que nadie quiere enfrentarse a la tristeza,
incluso, por alguna razón que desconozco, algunos preferimos ocultarla detrás de
una gran sonrisa falsa y decidimos tragarnos todo lo que sentimos porque
tratamos de mostrarnos fuertes ante los demás, quizá nunca llegaremos a
entender porque lo ocultamos, pero definitivamente lo hacemos.
Lamentablemente no podemos evitar situaciones dolorosas, la palabra de
Dios es clara y especifica cuando dice en muchas oportunidades que en el señor
podemos encontrar refugio en las tribulaciones, no dice por ninguna parte que
no habrán tribulaciones, además dice la promesa de Dios que en el cielo no habrá
más llanto ni más dolor, ambas cosas si hay en este mundo y debemos
enfrentarlas.
En la definición de Google de tristeza encontramos que dice lo
siguiente: “Sentimiento de dolor anímico producido
por un suceso desfavorable que suele manifestarse con un estado de ánimo
pesimista, la insatisfacción y la tendencia al llanto.” (Énfasis mío) entonces
nos ponemos tristes por sucesos desfavorables, algo que no salió bien, alguien
nos falló, perdimos un empleo, una oportunidad de beca, etc. etc. etc.
Sea cual sea la razón debemos saber que somos seres sentimentales, por
muy fuertes que creamos ser, alguna vez lloraremos por algo… la buena noticia
es la siguiente, Dios sabe lo que sentimos cuando estamos tristes, él también lloró
(Juan 11:35, Lucas 19:41 y Hebreos 5:7) él conoce la tristeza y hay muchas
promesas en la biblia que dicen que él no nos dejará enfrentar la tristeza
solos.
Pero el punto de mi reflexión en esta ocasión, va más allá de no estar
solos en la tristeza, lo que pretendo dejar en nuestros corazones es que Dios
permite la tristeza en nosotros no porque él se deleite viéndonos así, en
ninguna manera, la razón por la que él permite tristezas a nuestra vida es
porque estas nos ayudan a madurar, a ver la vida con otros ojos y a aprender de
nuestros errores.
Dios solo pretende que aprendamos a confiar más en él:
"No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en
mí." Juan 14:1
"Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para
siempre caído al justo." Salmos 55:22
Dios sabe que la tristeza te va a hacer madurar, por eso la permite, y
una cosa más, no temas llorar, cuando pasas mucho tiempo guardando la tristeza
y no la liberas puedes llegar a enfermarte, no lo hagas, no la retengas, si
quieres llorar hazlo, y veras que después de hacerlo te sientes mejor.
Quiero cerrar la meditación de hoy dejándote un versículo más que
espero siempre lo tengas presente, memorízalo y repítelo cada vez que sientas
tristeza, Dios te bendiga
"Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu." Salmos 34:18
EG.
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