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jueves, 9 de junio de 2016

Vivamos el fruto del Espíritu (Parte I)

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”
Gálatas 5:22-23

El tema de hoy, sé que está “TRILLADO” en las iglesias hasta de sobra, pero esta semana me llamó la atención que escuche comentarios de personas adultas diciendo que los jóvenes ya no practican esto y sentí la responsabilidad de que aunque sea un tema “repetitivo” para muchos, tocarlo de nuevo pues es necesario que constantemente recordemos lo que la palabra de Dios nos enseña en cuanto a cómo debemos comportarnos, por favor sigue leyendo.

Ciertamente vivimos en la actualidad con la generación más interactiva de la sociedad (sobre todo cuando hablamos de tecnología) los estudiosos del tema de las generaciones determinan al menos 4 generaciones existentes en la actualidad entre las cuales predominan los millenials y la generación Z, son personas que en la actualidad están entre los 6 y 35 años de edad, se dice que dentro de algunos años el 80% de la población estará entre este rango de edades, en realidad nuestra cultura está repleta de jóvenes más que de adultos.

La cualidad más distintiva de estas generaciones es que han nacido, crecido y/o se han vuelto adultos con la entrada del milenio y la revolución tecnológica, pero hay un dato que también es triste, al mismo tiempo que han aumentado los conocimientos tecnológicos en esta sociedad, también ha disminuido la práctica de valores, esto incluye a personas que pertenecen al cuerpo de Cristo, a la iglesia (sea de la denominación que sea), esto mis estimados no debe ser así.

Es tiempo de que los jóvenes retomemos los valores (que estoy seguro que en la mayoría de los hogares los padres los han enseñado pero que nosotros hemos descuidado) que hemos dejado de practicar, y que comencemos a actuar como Dios nos lo enseñó con su ejemplo, esto créanme, traerá bendiciones a sus vidas y sus familias, doy testimonio de ello.

Veamos lo que dice la biblia:

“Mas el fruto del Espíritu es amor…”

Como hijos de Dios, dice la biblia que tenemos en nosotros Amor, ¿esto es así? ¿Tienes amor? Me dirás: “Claro que sí, pues amo a mi mamá, papá y hermanos”, pero te pregunto ¿amas a ese joven que te criticó? ¿Amas a esa persona que se burló de ti? ¿Amas a esa persona que encuentras en la calle (que ni siquiera le conoces)? Si me contestas que no, déjame decirte que el amor que tu sientes no es el tipo de amor que Dios quiere, el amor que Dios quiere que tengas es como el amor de él y si no sabes cómo es te lo explico fácil: Dios nos amó por decisión, no porque lo mereciéramos, nos amó porque él lo quiso hacer, pues así espera que ames a los demás, no porque lo merezcan, sino porque es tu decisión.

Sigamos:

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo…”

El gozo mis estimados no es otra cosa que la sonrisa que uno tiene y transmite en cualquier momento y situación, es la confianza de que todo está bien, pero se manifiesta a través de nuestra actitud, ¿Qué actitud tenemos para con los demás? ¿Nos mostramos siempre molestos con otros? ¿Sonreímos a otros cuando estamos en problemas? Déjame decirte que es un deber tener buena actitud con los demás, porque nadie sabe las circunstancias de los otros, si tenemos buena actitud (nos mostramos con gozo siempre) los demás harán lo mismo con nosotros y el gozo tiene la característica de ser contagioso, así que llénate de gozo y los demás también lo harán.

Veamos uno más:

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz…”

Alguien dijo alguna vez “no hay camino hacia la paz, la paz es el camino” y es cierto que el fruto de tener al Espíritu Santo es sentir paz en nuestro corazón, pero también es cierto que el fruto de tener al Espíritu Santo es que podamos estar en paz con Dios y con los que nos rodean, considera lo siguiente: “Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, Aun a sus enemigos hace estar en paz con él.” Proverbios 16:7 (Énfasis agregado) si estamos en paz con Dios también los que nos rodean estarán en paz con nosotros, la paz depende de ti

Y aún uno más:

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia…”

¿Qué más puedo decir? La biblia es clara, debemos ser pacientes, pacientes con Dios, pacientes en la prueba, pacientes siempre, pero pacientes también cuando los demás se equivocan, pacientes cuando enseñamos a otros, pacientes cuando los demás nos hacen la vida difícil, pacientes cuando los demás parecen no entendernos, etc., etc., etc.

Te prometo que practicar esto no solo te hará mejor persona para los demás, también tú encontrarás que practicándolo te sentirás mejor y verás que en todo lo que emprendas se te abren puertas que quizá nunca imaginaste, ponlo en practica y por favor busca el artículo que publicaré la próxima semana, porque esta historia continuará…

Que Dios te bendiga

EG.


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